Un plato muy agradable para el verano. En invierno se pueden dejar las patatas templadas, sin enfriar del todo, y están también riquísimas y más apetecibles cuando hace frío.
Qué necesitamos:
- Cuatro patatas no muy grandes
- Uno ó dos huevos duros (según nos apetezca)
- Una lata ó dos de ventresca de atún, según el tamaño
- Unas gambitas cocidas
- Unas aceitunas sin hueso
- Aceite de oliva, vinagre y sal
Cómo lo hacemos:
Se cuecen las patatas con piel en agua con sal gorda, las patatas no deben ser muy grandes para que se pongan blanditas más rápidamente. Se pelan antes que lleguen a enfriarse, y se cortan en cuadraditos. Aún calientes cogen mejor el aliño.
Se añade las gambas y las aceitunas. Se echa vinagre y sal (probando antes si están sosas o no). Se echa el aceite de la lata de atún y un poco más de aceite, el atún, y se mezcla bien.
Por último se decora con el huevo duro pelado y cortado en gajos.
Lola yo siempre le pongo cebolletas. Pero así también estarán ricas ricas.
Es que a mí no me gustan las cebolletas crudas. Pero al que le gusten, se las puede añadir, claro.
Enhorabuena Lola por tu nueva andadura bloguero-gastronómica. Que disfrutes y nos hagas disfrutar.
Gracias, Charo. Yo disfruto con tu blog, espero que tu también con el mío.
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