Cuando se hace carrillada y sobra un poco se puede usar para hacer estas deliciosas tostas.
Qué necesitamos:
- Rebanadas finitas de pan
- Unos trocitos de carrillada en salsa
- Para la bechamel: mantequilla, leche y harina fina
Cómo lo hacemos:
Se cortan rodajitas de pan. Se tritura la carrillada con un tenedor, procurando que no tenga mucha salsa, escurrida.
Se hace una bechamel, poniendo en un cazo un poco de mantequilla, y cuando esté derretida (a fuego bajo) se echa harina y se remueve. Para una cucharada sopera de mantequilla, tres de harina. Cuando esté mezclado se echa leche fría, un poco de sal y se mezcla con cuchara de madera, dando vueltas constantemente hasta que esté hecha. Que quede espesita con más leche queda más líquida, con menos más espesa).
Se coloca un poco de carrillada en cada tostada, y encima un poco de bechamel.
Se meten al horno hasta que se vean un poco doraditas.Aunque estas salieron «irregulares», estaban exquisitas.
Cuando haya invitados y queramos que queden «más vistosas y presentables», cortar las rodajitas todas iguales, y extender la bechamel de forma más homogénea. Estas fueron un apaño de cena, pero de sabor…buenísimas.