Para despedirme hasta la vuelta de mi viaje de vacaciones, una receta sencillita y muy sabrosa. Rodajas de berenjenas con jamón.
La berenjena llegó a España en la Edad Media y fuimos los españoles los que la dimos a conocer al resto de Europa. Tiene vitaminas A, B1, B2, C y E, y contiene varios minerales, hierro, fósforo, calcio y potasio.
Son varios los problemas que tienen a la hora de cocinarlas: que tienen mucha agua y absorben mucho aceite, además de su característico amargor y el hecho de ennegrecerse si las abrimos y las dejamos sin tratar. Pero todo ello tiene una solución sencilla: Cuando la cortemos debemos dejarla en un cuenco (si la hemos cortado en cuadraditos) o bandeja (si se trata de rodajas) cubiertas de leche. Veremos cómo la leche se oscurece, entonces la escurrimos bien. Secamos las berenjenas con papel de cocina y la salamos. Y ya podemos cocinarla sin problema.
Qué necesitamos:
- Una berenjena grande
- Lonchas de jamón
- Harina de freir
- Aceite de oliva y sal
Cómo se hacen:
Cortamos la berenjena en rodajas finas y las ponemos en una bandeja cubiertas de leche. Cuando ésta se oscurezca la escurrimos bien y colocamos las rodajas en papel de cocina para que se sequen.
Las freimos en abundante aceite bien caliente y las escurrimos.
Ponemos sobre cada rodaja una lonchita de jamón ibérico y a comer.
¡Riquísimas! Nos encantan las berenjenas de todas las maneras. ¡Felices vacaciones!
Y a mi, las berenjenas me gustan muchísimo. ¡¡Hasta la vuelta!! (ya mismo), y felices vacaciones también a vosotras.
Bueno… ¡Tenemos un montón de recetas para lo que nos queda del verano… y del año! Ahora a descansar, que ya toca. ¡Felices vacaciones, Lola!
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