En un post de julio puse unos bollitos en forma de rollitos con azúcar y canela que, desde entonces, hemos vuelto a hacer en varias ocasiones, pues gustan tanto que hasta nos los piden. Si vamos a comer a casa de alguien los hemos llevado de postre, mi hijo se los lleva a los amigos…y nosotros siempre nos quedamos con algunos porque están deliciosos.
En una ocasión hicimos la prueba de poner chocolate en vez de azúcar con canela y el resultado fue espectacular, por lo que hemos vuelto a hacerlos con este ingrediente.
Para la receta de los rollitos me remito al post anterior. Los ingredientes son los mismos pero en vez de canela y azúcar necesitamos media tableta de chocolate rallada. Da igual que sea chocolate negro o con leche, de ambas formas están buenos, los hemos probado con los dos tipos de chocolate y el que guste más uno u otro depende del gusto del que los toma.
El chocolate lo rallamos en un molinillo como los de café, o con un rallador, como gustéis, pues al calentarse en el horno acaba derritiéndose y no importa el sistema usado.
Cuando estiramos la masa en forma de rectángulo ponemos el chocolate sobre la misma.
Hacemos un rollo con la masa de forma que quede al final bien cerrado.
Dividimos el rollo en porciones y las cortamos con hilo dental que es estupendo para este menester.
Colocamos las porciones en la bandeja que meteremos en el horno, forrada con papel apropiado.
Todo lo demás es como en la receta de los rollitos de canela.
No me digáis que no tienen buena pinta…Pues además de eso están riquísimos.