Sí, de Sevilla, no de Jerez. Hago esta aclaración porque los que conozcan los tabancos pensarán que solo los hay en Jerez, pero este es otro, recién nacido, que Agustín Bonilla, gaditano por cierto, ha abierto en la sevillana calle Rosario.
Me contó Agustín que él se fue desde Cádiz a estudiar Arquitectura a Sevilla y, viendo cómo está el cotarro para los arquitectos, decidió poner en marcha este proyecto, ya que se le dan muy bien las relaciones públicas y le gustan muchos los negocios de este tipo. Desde aquí le deseamos mucha suerte y que el boca a boca, o boca a oreja como se dice ahora, sea muy eficaz, y le lleve muchos clientes a su tabanco, porque seguro que el que vaya va a repetir.
Se inauguró el pasado viernes y allí estuve, invitada por Javier Ciézar, alma mater de la empresa Probando Probando, quien amablemente nos trasladó el deseo de Agustín para que asistiéra al evento. Pasamos una deliciosa noche acompañada por otros amigos y compañeros blogueros.
Y para los que no sepan qué es un tabanco les cuento por encima algunas cosillas. Son bares tipo tabernas en los que se bebe vino y se escucha flamenco, así era en la época de su auge en la que había muchos tabancos y así sigue siendo ahora. Hace unos años el número de tabancos fue decreciendo y actualmente han vuelto a cobrar importancia. Los tabancos tienen varios siglos de existencia, y en ellos se llevaban a cabo tres actividades principales, era taberna, se despachaba vino a granel y servía de lugar de encuentro y reunión con los amigos. Las mujeres no podían entrar y solo podían acceder a ellos en algunos, por una puerta lateral y para comprar vino, no para consumirlo (¡¡qué suerte que eso ha cambiado!!).
Su origen está vinculado a las bodegas jerezanas, por eso es en Jerez donde había muchos y donde aún quedan algunos. En los últimos años están resucitando, y a ello ha colaborado la instaurada Ruta de los Tabancos de Jerez, en la cual se visitan el de San Pablo, El Pasaje, El Telescopio, Romate…
En los tabancos se suele tomar chacinas servidas en papel de estraza, y así las van a servir en el establecimiento sevillano, serán productos gaditanos como los embutidos, las salazones de atún, y sin que falten platitos de cuchara, como la berza y las espinacas con garbanzos, por poner algunos ejemplos.
Precisamente de Sánchez Romate son los vinos que se pueden degustar en El Tabanco de Sevilla. Las bodegas Sánchez Romate funcionan desde 1781 y tienen unos magníficos finos, amontillados y olorosos.
Los pudimos tomar acompañados de algunas tapas estupendas, jamón buenísimo, canapés variados, berza, sopa de tomate…
Y para acabar unos profiteroles rellenos de nata que nos dejaron un estupendo sabor dulce en la boca.
El broche final lo puso Carmen de la Jara, también gaditana, quien cantó de maravilla bulerías, fandangos y alegrías, y que recibió muchísimos aplauzos más que merecidos.
La suerte está echada, Agustín, esperamos y deseamos que te vaya muy bien y que los sevillanos acojan estupendamente tu establecimiento. ¡¡Enhorabuena!!
Me ha encantado tu crónica Lola, muy completa y muy amena. Y curioso veo al leer tu crónica la la cantidad de tapitas que ofrecieron y que como no paré de hablar de acá para allá no pude ni verlas ni probarlas 🙂 Un abrazo y enhorabuena 🙂
Tú comistes «lengua»…jajaja
He dado un vistazo a tu blog y me ha encantado, me quedo por aquí si me lo permites. Te invito a que visites el mio http://madamenaroa.blogspot.com/, saludos desde Uruguay, Sudamerica
Me alegro mucho de que te haya gustado, por supuesto que veré tu blog. Muchas gracias