El pisto es un plato estupendo que, además de las vitaminas y nutrientes que nos aporta, está riquísimo. Lo podemos tomar solo o usarlo como complemento a otros platos, como en los ejemplos que traigo hoy a este blog, con un huevo cuajado y con chorizo.
La receta del pisto la podéis ver en el post anterior, y en esta ocasión se trata solo de ofrecer dos opciones distintas, dos ideas para variar la forma de tomar este rico y sano plato.
Ponemos en una sartén el pisto y sobre él echamos un huevo crudo.
Tapamos la sartén y lo dejamos hacer a fuego lento para que el huevo se haga poco a poco, hasta que se cuaje totalmente.
Es un plato muy completo, ya que tiene huevo y verduras, proteinas, vitaminas y minerales.
Otra forma de tomar el pisto es añadiéndole trocitos de chorizo.
Echamos el pisto en una sartén y le añadimos unos trocitos de chorizo al que le habremos quitado la piel. Lo calentamos, de tal manera que el chorizo se va deshaciendo y mezclando con el pisto. Exquisito, bueno bueno.
que rico debe estar Lola, para mojar pan 🙂