He aquí un consejo muy práctico y económico. En una ocasión compré por Internet unos plásticos de cuadritos blancos y azules para tapar recipientes de diversos tamaños. Ya ha pasado mucho tiempo y se han acabado rompiendo y estropeando, pero no los encuentro a la venta.
Un día me dí cuenta que esos plásticos tenían la misma forma que los gorros de ducha que ponen en las habitaciones de los hoteles, y que yo suelo traerme y guardar como la gran mayoría de los que vamos a hoteles de vez en cuando.
Saqué unos pocos y …..estupendo, me sirven para tapar cuencos, platos…cualquier recipiente con tamaño adecuado al del gorro. Sirven para cubrir cualquier alimento que no queramos que quede sin tapar, por los olores, porque se sequen…
Una buena, útil y práctica idea.
¡viva el reciclaje gastronómico!
Pues sí, a veces lo más sencillo es lo más práctico.
Pues sí que es una idea estupenda, Lola. Tengo una tapa de silicona pero no vale para todos los recipientes; además son caras: los gorros de ducha se adaptan mejor y son más baratos y más fáciles de conseguir. ¡Gracias!
Me alegro que te guste, es una ayudita en la cocina.
ayy que práctico, nunca lo hubiera pensado y mira que he ido a hoteles y siempre los dejo allí 🙂 Muchas gracias Lola por el truquito 🙂
Pues a partir de ahora no los dejes allí…¡¡a usarlos en la cocina!!.
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