Este pollo empanado tiene una peculiaridad, y es que al pan rallado le añadí kikos molidos, lo que proporcionó al empanado un sabor especial y lo hizo más crujiente.
En este caso lo probé con pollo con bechamel, receta que yo hago con frecuencia pues gusta mucho en casa, y con esta novedad quedó crujiente y con cierto parecido a las nuggets, pero más sabrosas y suculentas.
Qué necesitamos:
- Un kilo de pechuga de pollo
- Leche, mantequilla y harina para la bechamel
- Pan rallado
- Un paquete de kikos
Cómo se hacen:
Cortamos el pollo en trocitos y los cocemos en agua con sal. Los escurrimos.
Hacemos una bechamel espesa, como ya hemos explicado en anteriores ocasiones.
Pasamos los trozos de pollo por la bechamel de manera que queden bien cubiertos. Los ponemos en una bandeja y los dejamos enfriar.
Molemos un puñado de kikos en un molinillo o batidora y lo añadimos al pan rallado.
Empanamos los trozos de pollo con bechamel.
Los freímos en aceite bien caliente hasta que queden dorados.
Ya veréis cómo saben distintos, tienen un sabor que recuerda, naturalmente, al de los kikos, y el empanado queda más crujiente. Así variamos de vez en cuando.
Me ha encantado la receta! !sencilla pero innovadora.
Es verdad, el pollo empanado es fácil y sencillo, pero el empanado es más novedoso
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