Las manzanas se encuentran en el mercado todo el año, son muy sanas y saludables. Hay una frase que dice «Una manzana al día aleja al médico de tu puerta». Y es muy cierto, tiene múltiples beneficios sea cual sea su variedad, pues hay varios tipos, reineta, golden, roja…
Una forma de mantenerlas más tiempo en el frigorífico es metiéndolas en bolsas de plástico, lo que retarda su maduración. Una vez cortadas se oxidan, lo que puede evitarse sumergiéndolas en agua con zumo de algún cítrico.
Una forma distinta de comerlas es al horno, y hay muchas formas de hacerlas de esta manera. Yo las hago con algún licor y frutos secos. En esta ocasión he probado con azúcar moreno y canela, y están riquísimas.
Qué necesitamos:
- Tres o cuatro manzanas
- Vino moscatel o Pedro Ximénez
- Azúcar morena
- Canela molida
- Pasas sin semillas
Cómo se hacen:
En primer lugar descorazonamos las manzanas con el utensilio que sirve para ello, que es más cómodo y fácil que con un cuchillo.
En un vaso mezclamos vino Pedro Ximénez o moscatel con azúcar moreno y canela molida.
Colocamos las manzanas en una fuente que podamos meter en el horno. En el hueco de las manzanas echamos unas cuantas pasas.
A continuación le metemos el vino que hemos mezclado en el vaso y regamos por encima las manzanas con lo que nos haya sobrado.
Las metemos en el horno que ya estará caliente, a unos 200º y una media hora.
Cuando las saquemos las podemos adornar con algunos frutos secos, en este caso unas nueces caramelizadas.
Las cubrimos con el vino que ha quedado en el fondo de la fuente, y que con el calor se ha caramelizado. Y listo, buenísimas y muy sanas.
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