El pisto es un plato muy recurrente, se puede tomar solo o acompañado, o como complemento a pizzas y focaccias.
En este caso más que una receta se trata de sugerir otra manera de comer el pisto, ya que la receta la podéis ver en anteriores enlaces. Si tenemos un resto de pisto que no es suficiente para ser un plato individual, lo acompañamos con un huevo y pan fritos.
Para que el pan frito quede bien, crujiente por fuera y blandito por dentro, y sabroso, debemos elegir pan del día anterior, un poco duro, y mojarlo unos segundos en agua con sal.
Lo freímos en aceite bien caliente y vuelta y vuelta, que solo se dore.
Si queremos que el huevo quede con forma redonda lo cortamos, una vez hecho, con un molde cilíndrico, de los que se usan para dar forma a las ensaladillas.
Y listo, tenemos un plato muy completo, sabroso y nutritivo.