Otro de los platos que he preparado para las comidas de Nochebuena y navidad ha sido este paté de cabracho. Aproveché que había en el mercado gallineta, que es como llamamos aquí al cabracho del Cantábrico, o a su primo hermano andaluz.
La gallineta pertenece a la familia del cabracho, un pescado que apenas nada, permaneciendo quieto y escondido entre la vegetación y las rocas bajo el mar. El cabracho se utiliza mucho en la cocina, su carne está muy bien considerada por su exquisitez, pues se trata de un pescado semigraso muy sabroso. No suele prepararse de muchas formas, suelen ser recetas muy tradicionales y muy diferentes según las zonas. Una de las recetas más famosas es el pastel o paté de cabracho.
Qué necesitamos:
- Medio kilo de gallineta
- Una cebolla
- Una hoja de laurel
- Perejil
- Un vaso de vino blanco
- 300 grs. de tomate frito
- Una latita o tetra brick de nata
- Seis huevos
- Sal
- Un poco de pan rallado
Cómo se hace:
Cocemos la gallineta con la cebolla pelada, el laurel, perejil, sal y el vino.
Lo desmenuzamos y mezclamos con un vaso de agua de la cocción, el tomate, la nata, los huevos y sal.
En la batidora se mezcla muy bien quedando muy homogéneo.
Echamos la mezcla en un molde untado de mantequilla y pan rallado y lo ponemos en el horno al baño María.
Cuando esté hecho, lo que verificamos clavando una aguja y viendo que sale limpia, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar. Desmoldamos y servimos con mayonesa y tostaditas para untar.
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