Para hacer churros en casa solo hace falta harina de fuerza, agua y sal. Y tener una churrera para que salgan con su forma característica.
En una reciente visita a Córdoba encontramos un puesto en el mercadillo de la Plaza de la Corredera donde vendían cosas muy curiosas de madera, mimbre, latón…Y entre ellas churreras de varios tamaños. Así que compramos una con la intención de hacer churros en casa.
Ya los hemos hecho en dos ocasiones, la segunda vez los churros nos salieron mejores que los primeros, la experiencia es un grado. Y seguro que los próximos saldrán aún mejores y más bonitos. Pero buenos estaban todos. Algunos añaden mantequilla, en nuestro caso no la lleva, solo agua, harina y sal.
Qué necesitamos:
- Una taza de harina de fuerza
- Una taza de agua
- Una pizca de sal
Cómo se hacen:
Se amasa bien la mezcla, hasta que quede una bola suave y moldeable.
Se mete la masa en la churrera y calentamos aceite en una sartén, debiendo estar bien caliente.
Vamos empujando el émbolo de la churrera y formando círculos, o bastones, como más nos guste, en el aceite.
Damos la vuelta a los churros para que se frían bien por ambos lados.
Los escurrimos en papel de cocina para que no les queden grasientos.
Y listos…a comerlos con un buen café o chocolate caliente.
Cuanta profesionalidad culinaria!!! hasta churros….. muy bien.
Jajaja, no es difícil, y la churrera la compramos en Córdoba hace unos años.