Esta receta se puede hacer con otro tipo de carne apropiada para guiso, yo he usado carrilleras de cerdo pero, repito, vale cualquier otro tipo de carne.
El vino moscatel es un tipo de vino, conocido por todos, perfumado y aromático, que proporciona a los platos cocinados con él un sabor muy agradable. La acidez de un vino, su cuerpo, su sabor y sus azúcares, pueden ser determinantes para el acabado de una salsa o para el equilibrio de un plato. Y, por supuesto, es importante usar siempre un vino de calidad. Yo aconsejaría que no cocinásemos nunca con un vino que no nos podamos beber. En esta receta usaremos dos tipos de vino, blanco y moscatel, a partes iguales.
Este vino no solo combina muy bien con las carnes, también con pescados, como se puede comprobar en esta receta de Rape con moscatel que está para chuparse los dedos.
Qué necesitamos:
- Un kilo de carrilleras de cerdo u otra carne
- Media cebolla
- Dos dientes de ajo
- Dos zanahorias. Me pilló sin ellas y usé zanahorias baby congeladas.
- Una taza de salsa de tomate frito
- Sal y pimienta negra molida
- Un vaso de caldo de carne o verduras
- Medio vaso de vino blanco
- Medio vaso de vino Moscatel
- Aceite de oliva
Cómo lo hacemos:
Una vez tengamos las carrilleras limpias las cortamos en trozos y les echamos sal y pimienta negra molida.
En una olla ponemos aceite a calentar y pasamos la carne. La sacamos y apartamos. Refreímos la cebolla cortada y los ajos y, una vez dorados, la zanahoria.
Añadimos el tomate y volvemos a echar la carne.
Movemos todo bien y añadimos los vinos y el caldo. Cubrimos con agua y ponemos la olla a fuego medio hasta que esté la carne tierna.
Si la olla es rápida bastará con 15-20 minutos.
A mí me gusta acompañarla con patatas fritas. Y, por supuesto, pan para mojar en la salsa.