He estado en tierras leonesas hace pocos días y he conocido y disfrutado de su gastronomía además de su gente, sus paisajes y su Patrimonio histórico-artístico.
Tengo que empezar diciendo que la comida en León es contundente, apropiada para el invierno pues aporta muchas calorías, pero muy buena. Por si algunos de los que me leéis pensáis ir a esta zona de España os cuento mi experiencia por si os sirve.
En la ciudad de León hay dos barrios en los que la principal actividad es el tapeo. El Barrio Húmedo y el Barrio Romántico, cada uno a un lado de la céntrica calle Ancha. Una característica de los bares leoneses es que con cada bebida te dan una tapa gratis a elegir entre tres o cuatro que ofrecen. La gente suele pedirse vasos pequeños de cerveza o refresco para poder repetir la tapita sin llenarse de líquido.
Si nos adentramos en el Barrio Húmedo encontraremos muchos bares y restaurantes con barras y mesas y la verdad es que en todos los que estuvimos se tapeaba y comía muy bien. En la concurrida Plaza de San Martín tomamos unas brochetas de solomillo y unas tostas de jamón riquísimas.
Enfrente hay un bar muy pequeño que siempre tiene el cartel de «Aforo completo», letrero que lo distingue de los demás, especializado en morcilla desmenuzada y a la plancha, buenísima acompañada de buen pan.
En las calles aledañas a la Plaza Mayor también se encuentran pinchos y embutidos estupendos. Hay un bar-restaurante llamado el Mercado de Varillas, en la calle del mismo nombre, donde almorzamos muy bien pero, sin embargo, el tapeo no es tan bueno. Los platos que probamos en el restaurante estaban muy bien hechos y riquísimos. Por ejemplo la Picaña de carne roja a la parrilla. La picaña es el corte correspondiente a la parte superior de la cadera de la ternera.
El Rissotto de hongos y caza también estupendo.
Y los embutidos leoneses, acompañados de un buen vino del Bierzo. La famosa cecina, chorizo, jamón, salchichón…
En el Barrio Romántico, al otro lado de la calle Ancha, se pueden tomar también muchas tapas, abundan más los bares que los restaurantes. La Plaza de las Torres de Omaña está plagada de bares pequeños llenos de gente tapeando y con muy buen ambiente. No dejéis de probar la tapa llamada Picadillo, hecha con chorizo desmigado y patatas, riquísima y típica del bar La Trébede, digno de visitar además por su original decoración y su exquisito vermouth.
Llegó un momento en que necesitaba comer cosas más ligeras, pero un pescadito como el nuestro en León es difícil encontrar, allí se va a comer embutidos, carnes, arroces contundentes…Pero mira por donde en este Barrio Romántico, concretamente en la calle Cervantes, encontramos el bar llamado Camarote Madrid, que nos llamó la atención por su decoración andaluza y las tapas que se anunciaban en la pizarra: calamares,mejillones, bocartes, que son boquerones o pequeñas sardinitas, chopitos…
También hay platos tradicionales de León, por supuesto, pero a mí lo que más me gustó fue poder descansar el estómago por la noche de tanta carne y chacina, con estos pescaditos y mejillones tan frescos y ricos. Y las aceitunas…buenísimas.
Lo probamos y nos hicimos clientes fijos cada noche. Dan a elegir entre cuatro tapas gratis con cada bebida, salmorejo, gazpacho, aceitunas y patatas fritas. las cuatro opciones están buenísimas. Los mejillones son de Galicia, muy llenos y frescos.
Los bocartes van acompañados de pimientos de Padrón, que unos pican y otros no…Perdonad las fotos que no son buenas, pero ese día no llevaba más que el móvil y había poca luz. Igual de buenos que nuestro boquerones.
Y para beber…allí estaba nuestra Manzanilla de Sanlúcar, al lado de un tinto de verano de los mejores que he probado.
El local recuerda a Andalucía en muchos detalles, hasta pusieron un día como música de fondo una comparsa gaditana.
En el Bierzo hay varias zonas donde comer y en algunas de ellas, por su cercanía con Galicia, se puede tomar un pulpo exquisito. En Cacabelos visitamos las Bodegas Cuatro Pasos, de la que escribiré en otra ocasión, y allí tomamos un pulpo a Feira de los mejores que he probado en mi vida.
Y los típicos pimientos del Bierzo, buenísimos.
Los vinos del Bierzo tienen Denominación de Orígen, hay muchas bodegas y elaboran sus vinos tintos y rosados con la uva Mencía, característica de la zona.
En León hay muy buenas y variadas legumbres, los garbanzos, las lentejas, las famosas alubias de La Bañeza…Se encuentran en muchas tiendas y es fácil comprarlas.
Otra zona leonesa de buenos vinos es Valdevimbre, con muchos viñedos de uva Prieto Picudo y bodegas, como la de Pardevalles que visitamos y de la que también escribiré más adelante junto con los vinos del Bierzo.
En Valdevimbre se encuentran unas cuevas muy curiosas, en ellas se ubican restaurantes a los que va muchísima gente, sobre todo los fines de semana, la Cueva del Cura y la Cueva del Túnel son las más conocidas.
Nosotros estuvimos en la Cueva del Cura y la verdad es que fue una gran experiencia.
Lsa cuevas-bodegas de Valdevimbre son una excavaciones en las laderas de unas pequeñas pendientes de barro. La cueva es un lugar idóneo para elaborar y conservar el vino ya que mantiene una temperatura constante durante todo el año.
En Valdevimbre hay catalogadas más de 300 cuevas en muy diferentes estados de conservación, algunas de ellas tienen más de 500 años de antigüedad.
En una de estas cuevas-bodegas se encuentra un Centro de Interpretación del Vino, pero en las actuales bodegas se ubican hoy día restaurantes en los que se disfruta de ese mágico ambiente y de la gastronomía leonesa.
La carta muy extensa, llena de productos de la zona, muy buenos todos y bien elaborados, como estas setas a la plancha.
Cuesta trabajo elegir…Chorizo al vino.
Todo acompañado de buen pan.
Y los postres riquísimos,como esta crema de limón
Si vais a León no dejéis de ir a Valdevimbre y comer en estas cuevas, merece la pena conocerlas.
Y hasta aquí este recorrido gastronómico por las tierras leonesas en las que he estado, espero que sirva como ayuda a los que algún día os deis un paseito por allí.