No hace mucho tiempo que descubrimos los vinos de Bodegas Habla, pero el que los prueba repite y los busca para adquirirlos. La calidad de estos vinos y su cuidadoso y atractivo embalaje los hace irresistibles. En Cádiz se pueden degustar en conocidos restaurantes como Garum, en la calle Plocia, y Sopranis, en la calle del mismo nombre. Y con motivo de pasar un fin de semana en tierras extremeñas tuvimos la oportunidad y la suerte de poder visitar estas bodegas de diseño moderno y tecnología punta.
Pero ¿de dónde le viene el nombre a las bodegas?. Cuentan que cuando Miguel Angel terminó de esculpir su Moisés pensó que solo le faltaba hablar, y le dió un golpecito en la rodilla, del que se conserva la muesca, y le dijo «Habla». Habla como símbolo de la perfección.
Las bodegas se encuentran en un terreno de 200 Hectáreas de tierra difícil, de pizarra, poco fértil, pero que sabe cómo cuidar los viñedos. Ante la escaséz de agua, la cepa lucha por sobrevivir y se esfuerza por encontrarla por sus medios, dando lo mejor de si.
Juan Tirado consiguió su sueño de conseguir un vino de calidad excepcional, y para ello buscó una tierra apropiada para cultivar la vid, una búsqueda que culminó en tierras extremeñas, junto a Trujillo, donde se dan las variedades de Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Syrah y Petit Verdot, variedades de uva de una fuerte personalidad para así producir unos vinos únicos.
En medio de doscientas hectáreas de esta finca trujillana se alza el edificio que acoge la bodega, una de las más avanzadas de España. El edificio que acoge nuestras instalaciones no solo es una obra de arte de arquitectura contemporánea, es una obra minimalista y futurista, diseñado con criterios funcionales para permitir trabajar en condiciones óptimas y adecuado a las necesidades de elaboración del vino, que es el principal protagonista.
Los vinos de Habla han obtenido muchos premios, los más selectos son los numerados del 1 al 15, último número dado. Los primeros ya casi no existen en el mercado, están agotados y en manos de coleccionistas.
Los vinos que se suelen tomar en bares y restaurante son el blanco Habla de ti y los rojos Habla de la Tierra y Habla del Silencio. Son vinos de diseño pero asequibles a cualquier bolsillo.
Una cosa que llama la atención es la importancia que dan al envase,muy cuidado en todos los casos. También elaboran un rosado, Rita, en homenaje a Rita Hayworth, que ahora mismo está agotado y no se puede adquirir.
Y un champagne, Moses, no cava, champagne, pues lo elaboran en Francia y pueden llamarlo así.
Además de que el contenido sea de calidad en Habla cuidan la presencia, que el envase entre por los ojos. Y lo consiguen. Cada botella lleva su caja, y ésta responde a un diseño moderno y atractivo. Las etiquetas no son de papel sino serigrafiadas, vienen ya impresas en la botella.
En las cápsulas se escriben los recuerdos que aporta cada vino, para no confundir al catador.
Para las botellas usan vidrio negro mate, no translúcido, para los vinos rojos, para evitar la luz.
Usan tapón de vidrio pues éste es hermético e impide el contacto del vino con el oxígeno, cosa que sí ocurre con los tapones de corcho.
Entre sus objetivos están el de no notar el alcohol al saborear el vino y conseguir un color intenso, ambas cosas pudimos apreciar en la cata que nos tenían preparada como colofón a la visita.
En la cata probamos estos cuatro vinos:
Habla de ti, el blanco elaborado con Sauvignon Blanc, seco, fermentado sobre lías.
Habla de la Tierra, elaborado con Cabernet Sauvignon y Tempranillo, fácil de beber y con recuerdos de muchas frutas.
Habla del Silencio, elaborado con Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Syrah. Con más estructura, envuelve la boca…Su nombre se debe a la frase de Beethoven: «Nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo».
Habla nº 14, elaborado con uva 100% Syrah, de la gama numérica más selecta.
Estos vinos son ya muy conocidos, están adquiriendo un lugar de honor entre los amantes de los vinos de calidad. Extremadura nunca ha sido conocida por sus vinos y con estos de Bodegas Habla se ha colocado entre las regiones con mejores vinos, excepcionales, de calidad y de lujo, pero con precios al alcance de todos, oscilando entre los 5 y los 23 euros, reconocidos por enólogos de prestigio, opinión que nadie pone en duda.
Precioso reportaje bodeguero.
Charo cuando vuelvas a tierras extremeñas no dejes de visitar estas Bodegas, te gustará.