Es fácil encontrar almejas en nuestros mercados y es uno de los platos más gaditanos, a la marinera, con vino, o como ingrediente de un buen arroz o con pasta…Debemos tener en cuenta que las almejas que no se hayan abierto después de 3 minutos de cocción hay que desecharlas y no consumirlas porque es un indicativo de que no se encuentran en buen estado.
Las almejas no tienen grasa pero sí un alto contenido de minerales y vitaminas, hierro, potasio, calcio, son muy buenas cuando se tiene anemia… así que de vez en cuando debemos tomar unas almejitas que nos sentarán estupendamente.
Qué necesitamos:
- Un kilo de almejas
- Un vaso de vino blanco o Fino
- Una cucharada de pimentón dulce
- Tres dientes de ajo
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo se hacen:
Una vez compradas debemos conservarlas en agua con mucha sal hasta que las vayamos a hacer. Luego las enjuagaremos muy bien para que no tengan ni arena ni sal.
En una sartén o cazuela freímos los ajos picaditos y el pimentón, sacamos aquellos y reservamos para que se conserven crujientes y dorados. Bajamos el fuego y echamos las almejas y el vino, y vamos poco a poco subiendo el fuego para que se vayan abriendo.
Cuando estén abiertas echamos por encima los ajos doraditos y listo…a disfrutar de ellas.
Una receta que a veces olvidamos pero que es la más apropiada!