Uno de los platos más comunes en nuestra cocina y que nos pueden salvar más de una comida son los revueltos. Porque quién no tiene siempre en casa unos huevos, alguna verdura o embutido, es fácil encontrar en nuestra despensa o frigorífico los ingredientes que se pueden usar para hacer un revuelto. Y precisamente por la variedad de ellos nunca se nos hará pesado o reiterativo, sino que podemos hacer revueltos muy variados.
Pero para hacer un buen revuelto, suave y cremoso, debemos tener en cuenta algunos consejos que a continuación voy a exponer.
Batir bien es básico y algo que debemos tener siempre en cuenta. Existe la creencia de que para que resulten cremosos hay que echar un poco de leche, pero no es así, la verdad es que ésta los endurece.
Si los huevos los batimos con calma y sin prisa aparecerán pequeñas burbujas de aire que producirá una textura más ligera. Pero si queremos que resulte más esponjoso mejor batirlos con más brío y rapidez.
La sal debe echarse al final porque si se echa cuando aún está en el fuego al salarlo se resecará. Hay que tener en cuenta que si alguno de los ingredientes es jamón o chorizo no debemos pasarnos con la cantidad de sal ya que aportan la que contienen por sí mismos.
La sartén debe ser adecuada al tamaño del revuelto, si es para dos personas debe ser pequeña. Y si es para más cantidad debemos usar una más grande. Nunca una grande para poca cantidad, ya que la mezcla se extenderá por toda la superficie y se quedará muy fina y muy hecha.
Es recomendable que la sartén sea antiadherente, para no tener que añadir demasiado aceite y evitar que se pegue. Debemos tener una que usemos solo para hacer las tortillas y revueltos, para evitar que no se pegue con el uso continuado, y no usarla para freír o hacer algún producto a la plancha.
Debemos usar instrumental de madera para remover, tenedor, cuchara o pala, pero no usar los metálicos.
El revuelto debe quedar suave, y lo conseguiremos retirando la sartén del fuego antes de que esté hecho del todo, ya que se terminará de hacer con el calor residual. El calor residual hará que al separar la sartén del fuego parezca que está poco hecho, pero al servirlo en la bandeja veremos que está en su punto.
Un revuelto puede hacerse de cualquier ingrediente que nos apetezca, verduras variadas, setas, chorizo, gambas…
Hoy voy a empezar con la receta de un Revuelto de berenjenas con gambas:
Qué necesitamos:
- Cuatro huevos
- Una berenjena grande o dos pequeñas
- 100 gramos de gambas frescas y peladas
- Dos dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen
- Sal
Cómo lo hacemos:
Pelamos y hervimos las berenjenas cortadas en trozos.
Batimos los huevos. En una sartén con aceite refreímos los ajos pelados y cortados en trocitos. Echamos las gambas y las berenjenas y las pasamos con los ajos, aplastándo a la vez un poco las berenjenas.
Añadimos los huevos y los mezclamos bien, apagando el fuego un poco antes de verlos bien hechos. Los dejamos cuajar con el calor residual, salamos y servimos.
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