Con motivo de un viaje a Extremadura y Salamanca pude adquirir ambos embutidos y con ellos elaboré este rico plato.
Tanto el Farinato como la morcilla Patatera son productos que se elaboraban con ingenio, con productos humildes y menos apreciados. De hecho al Farinato salmantino siempre se le ha llamado “chorizo del pobre”, y se elabora con las partes del cerdo menos estimadas. Actualmente ambos son muy famosos y se han convertido en productos estrella de la provincia de Salamanca y de Extremadura.
El Farinato se elabora con manteca de cerdo, miga de pan o harina, cebolla, pimentón y otras especias como anís, hinojo o comino. Todo ello se cocina a fuego lento, hasta obtener una especie de morcilla, con una masa homogénea que se embucha en tripa de vaca y es ahumada posteriormente.
También se elabora en Zamora y León, siendo la localidad salmantina de Ciudad Rodrigo la que más fama tiene como fabricante del Farinato. Un refrán de esta zona dice que “pan con pan, farinato asado”.
Por otra parte la morcilla Patatera se elabora y consume, sobre todo, en Extremadura. Es un producto que consumían los labradores, pastores y campesinos, como fuente de energía para llevar a cabo su trabajo.
La morcilla Patatera es un embutido en tripa de cerdo o de vacuno que se hace con grasa de cerdo ibérico, y puré de patata previamente cocida en agua con sal, lo que le da su nombre. Opcionalmente puede llevar también carne de cerdo ibérico. Y se adereza con pimentón de La Vera, orégano, ajo y sal.
Ambos embutidos se suelen comer con huevos fritos, pero yo los he hecho con huevos cuajados, a modo de huevos a la flamenca.
Qué necesitamos:
- Dos huevos por persona
- Un Farinato
- Una morcilla Patatera
- Tomate frito casero
Cómo se hace:
Cortamos la morcilla patatera y el farinato en rodajas gruesas.
En una cazuela de horno echamos tomate frito casero, con su cebolla, pimiento…que cubra el fondo. Volcamos sobre él dos huevos y colocamos alrededor las rodajas de embutidos. No hemos puesto sal porque el tomate ya lleva y los embutidos son sabrosos.
Precalentamos el horno a 180º y, cuando esté caliente, metemos la cazuela.
Estarán listos cuando los huevos se vean cuajados. Exquisitos.