Hace unos días asistimos al curso que sobre cocina japonesa organizó Espacio Décimo Arte en Sanlúcar de Barrameda. Fue impartido por Mauricio Navascués, a quien se le puede atribuir haber introducido en Cádiz el sushi de calidad y haberlo hecho popular, a través de su empresa Gadisushi. Estuvo acompañado en todo momento por Pablo Barriola, quien le ayuda siempre en su establecimiento y, en esta ocasión, lo hizo en la preparación de esta cena. Buen tandem.
Gadisushi se ubica en los puestos 63-64 del rincón gastronómico del Mercado central de Cádiz, tiene muchísimo éxito y Mauricio es un referente cuando se habla de sushi y comida oriental. Su rollito Godzilla, su sashimi o sus nigiri son ya famosos y muy demandados.
En este curso aprendimos muchísimo y, a la vez, disfrutamos con los platos, todos calientes, que preparó el “profe” para esta ocasión.
Los alumnos ayudamos y colaboramos, cortando, limpiando…y el resultado fue una noche muy agradable y simpática. Y gastronómica…
La cocina japonesa es ligera, refinada, natural. Los alimentos se clasifican por el método de cocción, por ejemplo yakimono a la parrilla, sushi crudo, agemono rebozado y frito…
Tradición y modernidad se unen en esta cocina, con productos nuestros como el atún o las verduras, y japoneses como las algas, la soja o el panko, por citar solo algunos ejemplos.
Los platos fueron los siguientes:
Sopa Dashi: El caldo Dashi es indispensable en la comida japonesa, elaborado con miso, alga konbu, bonito seco y tofu. El mar proporciona en Japón gran cantidad de algas, por lo que se usan con frecuencia. Muy rica y, calentita, nos sentó estupendamente.
Fideos Yakisoba: Fideos parecidos al ramen, acompañados con la salsa yakisoba, hecha con verduras, salsa de soja, jengibre rallado…Buenísimos.
Cerdo Tonkatsu: El cerdo y el pollo son las carnes que se consumen generalmente en Japón. Este plato consiste en filetes de cerdo empanados con panko, por lo que está muy crujiente, y acompañado con la salsa tonkatsu, hecha con salsa de soja y sake. Se acompaña con col cortada en juliana. Riquísimo.
Pollo Kaarage: Pollo marinado en salsa de soja, sake y jengibre y frito en aceite muy caliente. Se le deja la piel para que quede más crujiente. Muy rico.
Como en Japón se come con palillos los platos están condicionados a estos, por ello tanto el pescado como la carne se corta en trozos pequeños que se puedan coger bien con ese utensilio. Tan solo se usa cuchara para las sopas. En esta cena el cerdo estaba cortado en tiritas y el pollo en trocitos pequeños.
Tras elaborar los platos pasamos a degustarlos, todos estaban riquísimos y con ellos descubrimos un tipo de cocina que, hasta hace poco, no era muy popular entre nosotros y, con el paso del tiempo y con cocineros que la saben elaborar, ha ido ganando adeptos y convirtiéndose en una cocina de calidad y muy rica.
Una estupenda experiencia que esperamos repetir con otros cursos de cocina y otras experiencias gastronómicas.
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