Primos hermanos de las hamburguesas y de las albóndigas, los filetes rusos se hacen con carne picada, huevo y pan rallado, perejil y ajo. Se hacen bolitas que luego se aplastan para que parezcan filetes gruesos. Se preparan como las albóndigas, con tomate u otras salsas.
Qué necesitamos:
- Medio kilo de carne picada, mezclada de ternera y cerdo
- Un huevo
- Pan rallado
- Dos dientes de ajo
- Perejil fresco picado
- Media cebolla
- Un vaso de vino blanco
- Una cucharada de harina
- Sal
Cómo se hacen:
En un cuenco se mezcla la carne con el ajo muy picado, perejil, el huevo batido y pan rallado, éste el que vaya admitiendo hasta que la masa quede compacta. Salamos a gusto. Con esta mezcla hacemos bolas de tamaño mediano y las aplastamos. Las enharinamos para freírlas.

Una vez fritas las guardamos y hacemos la salsa.

Freímos la cebolla picada y un poco de perejil, añadimos una cucharada de harina, removemos y echamos el vino. Enseguida colocamos sobre la salsa las bolas aplastadas de carne, añadimos agua y las dejamos hacer dando la vuelta a mitad de la cocción.

Quedarán unos filetes rusos en salsa muy ricos, parecidos a las albóndigas pero distintos a la vez.