El mero es un pez de aspecto robusto cubierto de pequeñas escamas, con ojos y boca grandes y que posee en ambas mandíbulas pequeños dientes puntiagudos que pueden moverse hacia atrás. El que se captura en nuestras costas se caracteriza por su color amarillento; esto nos servirá para identificarlo en los mercados y que no nos den «perca» por liebre.
Se pesca con arrastre, enmalle, palangre y anzuelo, y es una especie muy codiciada, siendo la época de máxima captura entre febrero y septiembre. Los puertos
de Algeciras y Conil de la Frontera son los que obtienen un mayor volumen de pesca en todo el litoral andaluz, con una carne tersa y muy jugosa. El mero de Conil tiene fama, ganada por méritos propios, ya que está delicioso.
Su carne es semigrasa y muy apreciada, y debemos tener en cuenta que el mero auténtico se comercializa siempre en fresco, no congelado.
El mero está bueno de todas las maneras, frito, a la plancha, empanado…y al horno, como lo hemos cocinado en esta ocasión.
Qué necesitamos:
- Un filete de mero grande o dos más pequeños
- Un tomate
- dos pimientos verdes
- Una cebolla
- Tres dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Dos patatas
- Sal
Cómo lo hacemos:
Lo primero que tenemos que hacer es pelar y cortar las patatas en rodajas muy finas, y las colocamos en el fondo de una bandeja de horno.
Hacemos un sofrito con la cebolla, el ajo, el pimiento y el tomate. Lo echamos sobre las patatas, reservando un poco para más tarde.
Colocamos el mero en la bandeja y lo rociamos con el resto de sofrito que habíamos reservado.
Calentamos el horno a 180º y metemos el pescado.Cuando la carne esté blanca ya estaré hecho.
Este tipo de pescado al ser semigraso es ideal para el horno pues no se seca, quedando jugoso y rico.
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