Usar una parte del cerdo u otra tiene gran importancia ya que el sabor y la textura varían mucho según la parte del cuerpo del animal que se emplee. Las costillas nos ofrecen una combinación estupenda entre carne magra y carne con grasa. Las costillas de cerdo tienen mucho sabor y se cocinen como se cocinen siempre salen buenísimas.
Qué necesitamos:
- Un kilo de costillas de cerdo
- Una cebolla
- Dos dientes de ajo
- Una cucharada de pimentón dulce
- Un vaso de vino
- Un botellín de cerveza
- Una hoja de laurel
- Dos ñoras o tomates secos
- Unos granos de pimienta
- Aceite de oliva y sal
Cómo se hacen:
Hacemos un sofrito en la olla con la cebolla, el ajo y el pimentón. Añadimos la carne de las ñoras, los granos de pimienta y el laurel.
Salpimentamos las costillas y las pasamos por este sofrito, añadiendo la cerveza y el vino. Si no quedan cubiertas añadimos agua.
Cerramos la olla, mejor olla exprés, y dejamos que se hagan hasta que estén tiernas, unos diez minutos. Quedan riquísimas, con una salsa espesita y muy rica. Las podemos acompañar con patatas fritas.