Hace poco hice croquetas de espinacas y tuvieron tanto éxito que me he animado a repetirlas pero, en esta ocasión, he añadido una variante, queso parmesano. El queso les añade un sabor estupendo.
Qué necesitamos:
Para las espinacas:
- Un manojo de espinacas frescas o una bolsa de espinacas para ensalada
- Pimentón dulce
- Dos dientes de ajo
- Medio vaso de vino
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Para las croquetas:
- Dos vasos grandes de leche
- Harina de trigo fina
- Uno o dos huevos
- Dos cucharadas soperas de queso Parmesano rallado
- Pan rallado
- Sal
Cómo se hacen:
En primer lugar hacemos las espinacas. En una sartén sofreímos los dientes de ajo cortados en pequeño tamaño, y echamos una cucharadita de pimentón. Luego añadimos las hojas de espinacas cortadas y las dejamos hacer con vino o, en su ausencia, agua, hasta que estén tiernas.
Pasamos las espinacas a otra sartén para hacer la masa de las croquetas. Añadimos tres o cuatro cucharadas soperas bien llenas de harina, según la cantidad de espinacas, removemos la harina con las espinacas y añadimos la leche, salamos y añadimos el queso. Removemos con cuchara o pala de madera, sin dejar de hacerlo hasta que se mezcle todo bien y se espese la masa.
Echamos la masa en una bandeja y dejamos que se enfríe. Una vez fría cogemos porciones con una cuchara y las pasamos por pan rallado y huevo batido, en este orden: pan, huevo y pan.
Las freímos en aceite bien caliente y ya las tenemos listas para comer. Las podemos acompañar con una ensalada de ingredientes variados.

Pingback: Día Internacional de la Croqueta | La fritada
Pingback: Aperitivos para las comidas navideñas | La fritada