Estamos pasando por una etapa dura, el coronavirus nos obliga a quedarnos en casa sin poder salir, lo que conlleva poner en marcha una serie de actividades que podamos hacer estos días, entre ellas cocinar. Desde aquí animo a los que son poco amantes de la cocina y compradores de productos ya elaborados en los supermercados a cocinar, empezando por platos fáciles y sencillos, incluso básicos como el tomate frito. Por supuesto que podemos comprar tomate frito en lata o tetrabrick, pero no dejan de llevar conservantes, azúcares…Incluso puede ocurrir que, ante la avalancha de compradores en supermercados, no encontremos tomate frito en las estanterías. Así que ánimo y a hacerlo en casa…
Qué necesitamos:
- Un kilo de tomates maduros
- Un pimiento verde de freír
- Un casco de cebolla
- Un diente de ajo (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Cómo se hace:
Echamos en una olla o sartén profunda un chorro de aceite y lo calentamos, añadimos la cebolla, el ajo y el pimiento picados, en trocitos pequeños. Sofreímos un poco y añadimos los tomates pelados y cortados.
Para pelar bien los tomates los escaldamos un poco en agua hirviendo, hasta que veamos que la piel se quiebra. Los sacamos, dejamos enfriar un poco, para no quemarnos, y quitamos la piel. También se puede hacer con la piel, a gusto de cada uno.
Con una cuchara de madera vamos mezclando el tomate con la cebolla, ajo y pimiento, y salamos. Dejamos que se haga hasta que el tomate esté espeso.
El motivo de usar una olla o sartén de paredes altas es porque el tomate cuando se fríe salpica, salta y puede quemarnos o ensuciar todo lo que esté alrededor.
Listo, ya tenemos un rico tomate frito casero, para usar en múltiples platos. Aquí os pongo algunos de los que podéis encontrar en este blog: rollitos de pollo, cazón en tomate, albóndigas con tomate, calamares en salsa de tomate, carne al toro, huevos a la flamenca, pizza…
Y también se puede usar para acompañar unos huevos fritos, un filete, un arroz en blanco…En fin, que siempre es bueno tener tomate frito en casa y, si es casero, mejor.

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