Hace dos años publiqué un pastel de berenjenas riquísimo, que os animo a hacerlo. Pero en esta ocasión lo he hecho con sobras, con menos ingredientes, con restos de berenjenas y tomate frito que tenía en el frigorífico.
Se trata de no tirar nada. Tenía una berenjena que ya se estaba empezando a poner fea, y un resto de tomate frito casero. Así que los aproveché y me salió este puding tan rico. Como está hecho aprovechando restos salió pequeño, pero se pueden doblar las cantidades para hacerlo más grande.
Qué necesitamos:
- Una berenjena
- Medio vaso de tomate frito casero
- Un diente de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Un huevo
- Sal
Cómo se hace:
Pelamos y cortamos la berenjena en dados. Cortamos en láminitas el ajo y lo sofreímos, cuando esté dorado añadimos la berenjenas, la pasamos un poco y las ponemos a cocer con agua. Salamos a gusto.
Cuando esté tierna la aplastamos y mezclamos con el tomate y un huevo batido. Echamos la mezcla en un molde engrasado con mantequilla.
Lo ponemos al baño María, en una olla con agua, pero también se puede poner en el horno, con agua en la bandeja.
Cuando esté hecho, lo que sabremos pinchando con una aguja o pinchito y viendo que sale limpio, lo sacamos y dejamos enfriar.
Lo desmoldamos y decoramos, para lo cual podemos usar mayonesa y aceitunas, o lo que tengamos, pimientos morrones por ejemplo. Se toma frío y aseguro que está riquísimo.