Las medidas adoptadas para luchar contra el coronavirus están afectando negativamente a muchos sectores económicos, entre los que se encuentran los pequeños comercios, los mercados de abastos y las tiendas de barrio. Desde la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria se está apelando al compromiso y la solidaridad de los ciudadanos para que compren productos de proximidad en los mercados y comercios de barrio. Esta Sociedad anima a comprar productos locales para que no desaparezcan estos establecimientos y puedan recuperarse de esta tremenda situación.
Desde aquí me uno a esta petición y quiero mostrar mi apoyo a los productos de cercanía, los productos locales, que ahora denominan de una forma que no me gusta, “productos kilómetro 0”, cuando es más bonito decir cercanos, locales o de proximidad. Mi apoyo es para todos los productos españoles y andaluces, pero especialmente para los gaditanos.
Debemos hacer la compra en las fruterías, pescaderías, carnicerías y tiendas que nos vendan nuestros productos y en este aspecto Cádiz tiene mucho que ofrecer, variado y de calidad.
No solo apoyo a los dueños de estos establecimientos citados, apoyo también a los hosteleros, me consta que los hosteleros gaditanos van a los mercados locales a comprar, utilizan nuestras verduras, pescados y carnes para elaborar esos ricos platos que nos ofrecen en sus bares y restaurantes.
Este apoyo y estímulo por mi parte no es nuevo, con motivo de la situación creada por el coronavirus, sino que viene de atrás. El año pasado publiqué un libro que fue editado por la Diputación de Cádiz, titulado Cádiz en mi cocina, 71 recetas para disfrutar de la provincia.
Con su publicación pretendía, y creo que lo he conseguido dada la buena acogida que ha tenido hasta ahora, dar a conocer y difundir los productos gaditanos, a saber:
Aceite de la Sierra, algas de nuestras costas, atún de almadraba, cerdo de las montaneras, huertas, manzanilla de Sanlúcar, mariscos, productos de la mayetería de Rota, miel, patatas y hortalizas de los navazos sanluqueños, pan, patatas, pescado, piñones, quesos, sal de nuestras afamadas salinas, setas, ternera retinta y de la Janda, vino tintilla, brandy y vinos.
Como se puede ver tenemos una amplísima y variada gama de productos en la provincia gaditana, todos de altísima calidad y reconocido prestigio a niveles internacionales.
Otra pretensión que tenía al escribir este libro fue animar a la gente a cocinar en casa con estos productos, proporcionando recetas fáciles de hacer y riquísimas.
Para reforzar más esa pretensión conté con la colaboración de 30 cocineros gaditanos que ofrecen algunos trucos o consejos a 30 de esas recetas.
Creo que es una estupenda manera de apoyar los productos locales y al comercio local que nos los vende. En el libro escribo sobre todos y cada uno de los producto, apoyada por una bibliografía específica, y animo a cocinar con ellos.
Un tema que creo importante es este. Cuando vayamos a un bar o restaurante debemos pedir vino de nuestra tierra, que ya los hay blancos, tintos y de todo tipo, como muy bien destaca el sumiller Jonatan Cantero en el capítulo que, dedicado a los vinos, se incluye en el libro. Y no solo pedir, exigir que los incluyan en carta. No son pocos los establecimientos gaditanos que solo nos ofrecen “rioja” o “ribera”. Eso debería cambiar.
Lo mismo ocurre con los quesos, aceites, pescados, embutidos…que nos venden en tiendas y mercados. Mientras que sean españoles, estupendo, pero si son de Cádiz…mejor. Porque así ayudamos a que nuestra provincia salga antes de esta situación tan tremenda, que nuestra economía se recomponga antes, y el turismo vuelva a tener la importancia que siempre ha tenido.
Compremos productos de cercanía, españoles, andaluces, gaditanos…cocinemos con ellos, porque son de gran calidad y así ayudamos, dentro de nuestras posibilidades, a mejorar la oscura situación en la que se encuentran los pequeños comercios y productores de nuestro país.