El guacamole es una salsa de orígen azteca. Su nombre viene de la unión de las palabras ahuacatl (aguacate) y molli (mole o salsa). Según la mitología, el dios tolteca con forma de serpiente Quetzalcoatl proporcionó esta receta a su pueblo y poco a poco fue difundida por Mesoamérica. Para los aztecas el aguacate tenia connotaciones eróticas por su forma, que recordaba a los testículos, por lo que las mujeres tenían prohibido recolectarlos.
La receta del guacamole fue difundida por los conquistadores por los países europeos, en el caso de España no tenemos problemas para hacer esta salsa, ya que hay una alta producción de aguacates en zonas como la Axarquía malagueña, Granada o las islas canarias. Entre las propiedades del aguacate está la de ayudar a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, aumentando el colesterol bueno, además es un antioxidante natural que ayuda a retrasar el envejecimiento.
Qué necesitamos:
- Tres aguacates maduros
- Un tomate maduro
- Media cebolla roja
- Un poco de cilantro
- Un chile pequeño (según nos guste más o menos picante)
- Sal
- Zumo de medio limón
Cómo se hace:
En un cuenco ponemos los aguacates pelados y cortados, los aplastamos con un tenedor. Añadimos el tomate y la cebolla cortado en trocitos, y aplastamos todo de nuevo.
Añadimos el cilantro, el zumo de limón, el chile cortado y un poco de sal. Mezclamos todo muy bien.
La pasta debe quedar con trocitos, no hecha una pasta, por eso es mejor aplastarla que meterla en batidora.
La podemos tomar con tostaditas, con bastones de verduras o tortitas chips de maiz…Está muy bueno y es estupendo tomarlo fresquito en estos días calurosos.