Estos son los nombres de dos restaurantes de Conil, ambos con nombres de peces muy típicos de esta localidad. En ellos hemos estado hace unos días junto a otros blogueros y periodistas de temas gastronómicos, a los que nos citaron para conocerlos y probar los productos y platos de sus cartas.
El bocinegro es un pez que se parece al pargo y a la urta, se alimenta de gambas y cangrejos, su nombre es debido a que tiene la boca negra y es un pescado muy apreciado en los mercados y restaurantes.
El bocarte es un pez pequeño similar al boquerón y a la anchoa. Se le suele denominar bocarte al pescado fresco que se vende en las lonjas, pero en realidad los tres son de la misma especie.
Pues bien los hermanos Muñoz Petaca se dedican desde 1984 a la pesca y distribución de pescado, y han abierto en Conil estos dos restaurantes con sendos nombres que aluden a pescados típicos de la zona.
Tanto uno como otro llaman la atención por su bonita decoración, las vajillas y el cuidado de los detalles.
Ambos son acogedores, Bocinegro cuenta con un comedor en una zona más alta, separado del resto del local, que es ideal para comer un grupo de amigos o familiares.
Se llama tabanco marino por la cantidad de vinos con que cuenta, sin responder a lo que es realmente un tabanco pero han querido llamarlo así por su amplia relación con los caldos.
Rocío Fernández Moreno está al frente de la cocina, una cocina que ella maneja con maestría y cuenta con un gran aliado, la materia prima de calidad, pescado, marisco…
Rocío es cocinera tradicional, pero da a sus platos un toque novedoso. En esta ocasión probamos unas riquísimas croquetas de gambas al ajillo:
Un paté de brótola y borriquete, éste último un pescado típico de Conil que da nombre a la asociación a la que pertenece Rocío.
Y un ceviche de pargo y gambas con chili de limón, que yo ya había probado con anterioridad y recomendé en el Club de Tapatólogos.
La estancia en Bocinegro con Rocío y sus compañeros se hizo corta, pero nos tuvimos que ir a Bocarte, acompañadas en ambos sitios por Quina y Paqui, dueñas de sendos establecimientos.
Bocarte es el restaurante del hotel Alzocaire, inaugurado el año pasado, muy bonito, en el centro de Conil.
Este hotel tiene una terraza con vistas a la playa y al pueblo de Conil que invita a quedarse en él unos días.
Llama la atención el solarium, y en general son muy bonitas todas las instalaciones.
Bocarte está también decorado con mucho gusto, es pequeño, acogedor y agradable para comer con amigos y familiares.
Francisco José Pérez Menacho está al frente de su cocina. El Nene, como lo conocemos cariñosamente, tiene una amplia experiencia en las cocinas, regentaba el restaurante Casa Las Piedras de Grazalema, y actualmente se ha venido a Conil a llevar adelante este nuevo proyecto.
Nene con su equipo nos tenía preparado el siguiente menú:
Boquerón en tres texturas, frito, espuma de boquerón en vinagre y tierra de boquerón:
Ensalada “Petaca” de marisco con naranja y salsa kimchi con col china fermentada:
Consomé de atún con jengibre, soja, salicornia y aceitunas negras:
Pulpo a la brasa sobre arroz cremoso con queso de cabra La Pastora de Grazalema, polvos de pimentón e hilos de chili:
Piña colada con nata cítrica:
“Café con leche comestible”, consistente en mousse de café y espuma de leche:
Finalizamos dando la enhorabuena al Nene y su equipo de cocina, Joaquín José Álvarez y Pablo Genovese Tello de Meneses, quienes estuvieron atentos en todo momento a nuestra degustación.
En conjunto fue una jornada muy agradable en la compañía de otras amigos blogueras, pudimos pasear de nuevo por las calles de Conil, que hacía tiempo que no íbamos tras las restricciones de salidas que nos impuso el confinamiento. Siempre es una suerte volver a Conil.