Para hacer berenjenas rellenas yo prefiero comprarlas pequeñas, pues así se puede comer la piel y que ésta no sea solo como el contenedor del relleno, la piel de las pequeñas está suave y se toma también.
Estas berenjenas tienen dos detalles especiales en la bechamel, a la que añadí queso que se funda con facilidad, y además tomate frito, que le da un color rosado muy atractivo.
Qué necesitamos:
- Cuatro berenjenas pequeñas
- Dos cucharadas de tomate frito
- Medio paquete de daditos de queso que se funda fácilmente
- Un pimiento del piquillo o un trozo de pimiento rojo asado
- Para la bechamel: mantequilla, leche y harina fina
- Queso rallado
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Cómo se hace:
Cortamos las berenjenas por la mitad a lo largo y las ponemos al horno, calentado a 200º, con sal y aceite por encima. Cuando estén blandas se sacan y se dejan enfriar un poco.

Cuando estén enfriadas les sacamos la pulpa, la cortamos y reservamos. En una sartén echamos un poco de aceite y freímos el pimiento del piquillo cortado en trocitos, añadimos la pulpa y la freímos también. Salamos a gusto.

Con esta mezcla rellenamos las berenjenas.

Hacemos la bechamel, pero cuando echemos la leche y la harina ya esté mezclada, añadimos los daditos de queso, removemos constantemente hasta que se derritan. Añadimos dos cucharadas de tomate frito y mezclamos bien. Con esta bechamel rosa cubrimos las berenjenas y echamos queso rallado por encima.

Las metemos de nuevo al horno, hasta que el queso se dore un poco.

Están buenísimas, ricas ricas…
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