En verano nos apetecen comidas más ligeras y, sobre todo, las cenas menos copiosas. Incluso apetece un picoteo y esta receta de hoy se adapta perfectamente a esta idea. Podemos usar pan fresco o tostado, y las sardinas pueden ser marinadas, de lata…
Qué necesitamos:
- Una berenjena
- Un pimiento rojo
- Un vaso de salsa de tomate
- Sardinas marinadas
- Pan bueno que podamos cortar en rodajitas
- Aceite de oliva virgen extra
- Un diente de ajo
- Sal
Cómo se hacen:
En primer lugar hacemos el pisto básico que nos servirá de base. Pelamos y cortamos en cuadraditos la berenjena. Sofreímos el ajo picado, añadimos la berenjena cortada, salamos, echamos un chorrito de agua y la dejamos hacer hasta que esté tierna. Asamos el pimiento en el horno, lo pelamos y cortamos en trocitos. Añadimos un poco de salsa de tomate o tomate frito. Aplastamos con un tenedor y dejamos enfriar.

Cortemos el pan en rodajitas y las untamos con el pisto. Encima de cada rodajita ponemos media sardina.

Las sardinas pueden comprarse ya marinadas, también podemos usar sardinas en tomate o aceite. Si son pequeñitas podemos una entera en vez de media.

Buenísimas y muy apropiadas para tapear y tomar algo ligero en casa.
Pingback: Aperitivos para las comidas navideñas | La fritada