La lasaña es un plato italiano que, como está tan rico, lo hemos acogido en nuestro recetario con mucho cariño, y dándole cada uno su toque particular. Yo hice una vez lasaña aprovechando unas albóndigas que me habían sobrado, en otra ocasión la hice de verduras…siempre riquísima.
En esta ocasión he hecho carne picada estilo boloñesa y este ha sido el resultado, de nuevo buenísima.
Qué necesitamos:
- Un paquete de lasaña
- Un cuarto kilo de carne picada mitad cerdo y mitad ternera
- Tomate frito casero
- Una zanahoria
- Media cebolla
- Un vaso de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Bechamel
- Queso rallado
Cómo se hace:
En primer lugar cocinamos la carne. Cortamos la cebolla y la zanahoria y la sofreímos, añadimos el tomate, sal y el vino y hacemos una salsa espesa. Pasamos la carne en una sartén con aceite y, cuando esté hecha, la añadimos a la salsa.
Preparamos las láminas de lasaña siguiendo las in instrucciones del paquete. Y hacemos una bechamel. En un cazo echamos dos cucharadas de mantequilla hasta que se derrita. Añadimos tres cucharadas soperas bien llenas de harina fina. Movemos muy bien, con cuchara de madera, a fuego lento, hasta que quede la harina color amarillito, que ya no esté cruda. Echamos la leche, que tiene que estar fría, más o menos un vaso y medio, y sal. Seguimos moviendo a fuego lento, mezclando todo hasta que espese. Con la leche fría y el fuego bajo no quedarán grumos. La bechamel tiene que quedar, en este caso, poco espesa.

Usaremos una bandeja de horno profunda y colocamos una capa de carne, una de lasaña, otra de carne y otra de lasaña, cubriendo todo con la bechamel. Por encima ponemos queso rallado y la metemos en el horno precalentado a 180-190º.

Cuando la superficie esté dorada ya estará lista para tomar, y riquísima.