El solomillo es una de las partes del cerdo que, al tener más fibras y ser más seco, es más adecuado para ser guisado en salsas que le dan más jugosidad. Se trata de una de las partes más tiernas del cerdo, situada en el interior de las costillas hacia el centro y el lomo bajo, zona que es poco usada por los animales por lo que resulta una carne muy tierna.
Qué necesitamos:
- Un solomillo de cerdo ibérico
- Una cebolla
- Cuatro dientes de ajo
- Un vaso de vino, oloroso, Cream…
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo se hace:
Cubrimos el fondo de una olla con aceite. Cortamos la cebolla en trozos y pelamos los dientes de ajo. Sofreímos ambas cosas hasta que queden muy doradas, de color oscuro.
Añadimos el solomillo y lo pasamos por ambas caras, dorándolo un poco. Salamos y echamos el vino y un poco de agua.
Lo dejamos hacer hasta que esté tierno. Lo sacamos y pasamos la salsa por un pasapuré, de forma que queden triturados el ajo y la cebolla. Quedará una salsa oscura riquísima.
Y listo, lo podemos acompañar con patatas, verduras…como más nos guste.