Hace unos días compré una merluza en el mercado, de un tamaño bastante grande. Y para aprovecharla al máximo herví la cabeza, las espinas…y le quité luego toda la carnecita que tenían, que no era poca.
Con ella hice estas croquetas que salieron riquísimas. Rico y barato.
Qué necesitamos:
- Trocitos de merluza o pescadilla hervidos
- Harina fina, tres cucharadas soperas llenas
- Leche, un vaso y medio
- Un trocito de cebolla
- Una pastillita de caldo de pescado
- Pan rallado
- Dos huevos
- Sal y aceite de oliva
Cómo las hacemos:
Ya tenemos los trocitos del pescado hervidos en agua con sal y un trozo de cebolla. Por cierto, se guarda este agua para hacer un arroz u otro plato que necesite caldo de pescado. Lo podemos congelar y lo tendremos cuando lo necesitemos.
Mezclamos los trocitos de pescado con la pastilla de caldo desmenuzada. Cortamos la cebollita muy fina y la rehogamos en una sartén con un poco de aceite. Añadimos el pescado y refreimos un poco todo.
Cuando esté refritito echamos tres cucharadas soperas y llenas de harina, y la removemos bien con cuchara de madera, mezclando todo. Luego añadimos un vaso y medio de leche, un poco de sal (a gusto), y no dejamos a remover, hasta que se despegue la masa de la sartén y se vea consistente.
La echamos en una fuente para que se enfríe.
Hacemos las croquetas, las pasamos por pan rallado, huevo batido y otra vez por pan.
Las freímos en aceite bien caliente. Y listas.
Para acompañarlas hice un aliño de pimientos asados, que me había quedado un resto del día anterior, y le puse encima rodajas de tomates aliñados.
¡Fantásticas!
Una manera de aprovechar la comida y no tirar nada.
Que ricas deben estar Lola ! Y que bien explicado ! Gracias !
Pingback: Croquetas de setas | La fritada
Pingback: Día Internacional de la croqueta | La fritada
Pingback: Día Internacional de la Croqueta | La fritada