El cultivo de la mandarina se introdujo en el año 1858, su origen está en Asia y, concretamente en China, de ahí su nombre, debido al color de las vestimentas de los mandarines. Las primeras mandarinas se recogen en septiembre y las encontramos en el mercado hasta finales de marzo, aunque algunas variedades duran hasta mayo. A mí me gustan mucho las clementinas, un cruce entre la mandarina y una naranja silvestre procedente de Argelia, ya que se pelan con mucha facilidad y tienen un sabor exquisito.
Las mandarinas, además, son estupendas para la salud, contienen vitaminas A y C, potasio y mucha fibra. Es una excelente y saludable costumbre comer una mandarina al día, por lo menos.
Pues ahora que se acercan las Fiestas Navideñas es época propicia para hacer licores caseros. Con cava, frutas, ron…se pueden hacer cócteles muy fáciles y ricos, y hoy os propongo este nuevo licor casero que hemos probado en casa y está delicioso.
Qué hace falta:
- Un kilo de mandarinas
- 3/4 litros de anís ligado dulce
- Medio kilo de azúcar blanca
- Medio litro de agua
- Canela en rama
- Clavos
Cómo se hace:
Se pinchan las mandarinas con clavos, no muchos para que no dejen mucho sabor. Se introducen junto con dos palos de canela en un bote de cristal de boca ancha y hermético junto con el anís.
Se deja reposar tres semanas.
Se hace un almíbar con el agua y el azúcar, se deja enfriar y se añade al anís macerado mezclando bien.
Se filtra con un paño de filtrado para uso culinario y con la ayuda de un embudo.
Guardar en botella de vidrio bien cerrada.
A los 15 días ya podemos consumirlo. Mejor tomarlo frío y en un vasito que hayamos metido antes un buen rato en el congelador, está más bueno.
¡qué receta más chula!.
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