Las brochetas de pollo, llamadas yakitori en Japón, son un plato relativamente reciente ya que antes no se permitía comer carne, pero por influencia europea la de aves y el pescado se han introducido ya en los restaurantes y su consumo está muy extendido.
Estas brochetas se suelen acompañar de una salsa apropiada al tipo de carne. La que hemos elegido es dulzona y le da al pollo un sabor exquisito.
Como ahora con el confinamiento somos dos en casa solo he hecho una pechuga, pero las cantidades se pueden aumentar, así como el tipo de carne.
Los ingredientes orientales, como el sake, mirin o la salsa de soja, podemos comprarlos en cualquier tienda ya que actualmente no son difíciles de encontrar.
Qué necesitamos:
- Una pechuga de pollo
- Dos cucharadas de azúcar moreno
- Un vasito de caldo de pollo
- Un vasito de mirin
- Un vasito de sake
- Un vasito de salsa de soja
- Un poco de jengibre fresco rallado
- Sal
Para acompañar:
- Arroz tipo sushi
- Azúcar
- Sal
- Vinagre
Cómo se hacen:
En un cazo hacemos la salsa calentando el sake y el mirin para que se evapore el alcohol. Se añade la salsa de soja, el caldo, el azúcar y jengibre rallado y se deja reducir.
Se corta la pechuga en trozos de unos dos o tres centímetros y se brochean con un poco de salsa.
Se pinchan varios trocitos en cada brocheta y se bañan en la salsa.
Se calienta una parrilla y se van asando las brochetas que hemos bañado en la salsa.
Mientras las brochetas se asan se pintan con más salsa y se les echa un poco de sal. Cuando el pollo esté hecho ya están listas.
Para acompañarlas hicimos un arroz tipo sushi, pero se puede usar un arroz blanco, bañándolos con un poco de la misma salsa.
Un plato muy fácil de hacer, muy rico y original.

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